
Vivía atrapada en la constante sensación de que no me daba la vida para llegar a todo.
No era consciente ni valoraba que tenía todo lo que un día había soñado.
No descansaba bien, mi mente se llenaba de preocupaciones justo antes de dormir.
Mi pelo y mis uñas se rompían con mucha facilidad. Engordé bastante por la ansiedad.
Hasta que un día, mi cuerpo dijo basta, hasta aquí.
Sufrí unas contracturas terribles que me dejaron bloqueada durante meses, obligándome a pedir la baja y, al fin, a replantearme el estilo de vida que llevaba.
Conoce las herramientas que utilicé para sobrevivir al estrés, con mi nuevo libro el Método CLICK.